Salud y economía del vehículo eléctrico

Las ventajas que aporta el cambio de un coche de combustión por uno eléctrico no son sólo son medioambientales sino también, a económicas, sociales y de manera muy significativa sanitarias.

Según el estudio realizado sobre el área metropolitana de Toronto (Canadá) por la Ontario Public Health Association junto con la Universidad si se sustituyeran en esta área los vehículos de combustión por eléctricos se salvarían 313 vidas al año. Esto reportaría, a mayores, unos beneficios sociales de 2.400 millones de dólares. Imagínese a nivel mundial.

Al estar exentos de emisiones, los eléctricos eliminarían del ambiente de las urbes contaminantes altamente nocivos como óxidos de nitrógeno y otras partículas finas. Este impacto podría replicarse en muchas regiones en las que la transformación del transporte hacia tecnologías más sostenibles, tendría enormes beneficios para la salud pública y el sistema sanitario.

El estudio analiza también la transformación de otro tipo de vehículos arrojando resultados igualmente muy positivos. La conversión de los camiones a modelos más eficientes reduciría en 275 las muertes al año y generaría un beneficio social de 2.100 millones de dólares. La transformación de los autobuses urbanos a eléctricos por su parte, reduciría las muertes en 143, y generaría un beneficio social de en torno a 1.100 millones de dólares.

A nivel económico, agencias como el Departamento de Energía de Estados Unidos aseguran que apostar por la movilidad sostenible es una fuente clara de creación de empleo. Para ello se ha hecho hincapié en la cantidad de puestos de trabajo creados en industrias como las energías renovables y en la producción de vehículos eléctricos y sus componentes en los últimos años. La implantación de la movilidad eléctrica está poniendo en marcha nuevos puestos de trabajo en sectores como la instalación de puestos de carga, mantenimiento o industrias de energéticas. Sólo en Alemania se han creado 240.000 empleos gracias al coche eléctrico a pesar de que este mercado se encuentra en sus fases iniciales. Desde el Gobierno alemán estiman que a mayores se necesitarán poner en marcha unas 300.000 nuevas estaciones de carga en áreas públicas y privadas en los próximos años lo que permitirá la creación de otros 255.000 empleos.

Según el informe de Índice de Calidad del Aire (ICA) se ha  reducido un 58% el dióxido de nitrógeno en varias capitales españolas durante el primer mes de confinamiento (lee aquí nuestro artículo “La Naturaleza se abre camino en tiempos de Coronavirus”). La vuelta a la normalidad está recuperando los niveles de emisiones contaminantes de antes de la pandemia, lo que supone exponer de nuevo la salud de los ciudadanos e incrementar la factura económica y social. Apostamos por el vehículo eléctrico. Además de priorizar el medioambiente y la salud, reforzará nuestra economía y reducirá nuestra dependencia energética.