La infraestructura de carga en España

Hoy en día, la red de cargadores se erige como uno de los principales argumentos limitantes de una mayor penetración del coche eléctrico. En ciertos aspectos esto es así pero hay que destacar una evolución exponencial de los últimos tiempos que ha hecho que este argumento empiece a dejar de ser válido.

Existen más puntos donde llenar el depósito de electrones de lo que normalmente creemos; muchos no los vemos porque no nos hacen falta, porque están a un ligero desvío de nuestra ruta o simplemente no sabemos localizarlos (existen unas apps muy buenas, ¡consúltanos!).

Esta infraestructura para vehículos eléctricos se va a continuar ampliando por iniciativas público-privadas e impulsada a través a una propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). El proyecto parte de la Ley 7/2021 (enlace) de cambio climático y transición energética y tiene un objetivo: pasar de los actuales 30.000 puntos públicos de recarga a entre 80.000 y 110.000 en 2023. Con ella se obligará a las 1.200 gasolineras más importantes del país a ponerse las pilas; las que tengan ventas superiores a 10 millones de litros de combustible en 2019 deberán instalar al menos un punto de recarga de 150 kW; las que superen los 5 millones puntos con una potencia de mínima de 50kW. Su puesta en funcionamiento está a la vuelta de la esquina: Febrero´23 para el primer caso y seis meses después para el segundo.

Cuando hablamos de infraestructura de carga rápida, no podemos olvidarnos de Tesla. Desde sus inicios apostó por esta carga como elemento estratégico de cara a potenciar la venta de sus coches creando su propia red de electrolineras exclusivas para vehículos de la marca. Su red de llamados “Supercargadores” posibilita ya el desplazamiento en coche eléctrico por un amplio número de países incluido España con una mínima planificación. Su plan de crecimiento es muy agresivo y contempla duplicar cargadores en el próximo año. Ahora están en un proceso de apertura de su red a la competencia, y cualquier usuario de vehículo eléctrico podrá cargar en sus instalaciones.

Supercargador Tesla

Existen también otras iniciativas menores pero no por ello menos interesantes. La primera electrolinera autosuficiente se instalará en la Autovía A-6, en el kilómetro 114, y prevé su construcción finalizada para 2024. Este punto de carga dará servicio a 44 coches eléctricos y 4 camiones por medio de cargadores ultrarrápidos de 350 kW/h. La energía se generará a través de placas fotovoltaicas y se almacenará en baterías para su posterior consumo. En la misma línea, el Grupo Nicolás Correa Electrónica y la firma alavesa Zigor Corporación han firmado un acuerdo para desarrollar electrolineras sostenibles en la llamada España vaciada. Su estrategia contempla igualmente la instalación de cargadores alimentados con electricidad generada mediante placas solares y almacenada en baterías en las áreas de menor población y recursos.

Hay que destacar igualmente la carga rápida en las grandes urbes. Aunque todavía escasa, empiezan a aflorar puntos rápidos en zonas con actividad comercial, cines, centros urbanos, grandes empresas… que posibilitan la carga de nuestro vehículo en un corto espacio de tiempo mientras realizamos nuestros recados o estamos de ocio. Estos puntos unidos al resto de los cargadores urbanos, muchos gratuitos, y unas autonomías cada vez mayores minimizan la dependencia de la carga doméstica.

Finalmente, hay que citar igualmente el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC, enlace). Esta iniciativa, dependiente así mismo del MITECO, tiene como objetivo que España cuente con una flota de 5 millones de vehículos eléctricos para 2030. Sin duda, todas estas propuestas permitirán impulsar la movilidad eléctrica en España y disminuir las emisiones asociadas al transporte.

Si te ha gustado este artículo, te invitamos a leer “2050: objetivo cero emisiones” (enlace), un post donde hablamos de esta transición con la mirada puesta en la mitad de siglo. ¡No te lo pierdas!