La excepcional penetración del eléctrico en Noruega

Noruega lidera con amplísima diferencia a nivel mundial todos los rankings de penetración de la movilidad eléctrica.

Durante 2020 el 65% de las nuevas matriculaciones del país han sido de eléctricos o híbridos enchufables y se espera que la práctica totalidad de sus ventas sean eléctricos puros en tan sólo unos años. Para hacernos una idea, en España, esta cifra ronda actualmente el 2%.

Paradójicamente cabe destacar que Noruega ha alcanzado un alto nivel de vida gracias en gran parte a sus exportaciones de petróleo, su principal fuente de riqueza. En 1969 descubrieron petróleo en el Ártico y a partir de entonces, se convirtieron en uno de los mayores exportadores de crudo y gas a todo el mundo. Tiene más reservas que todo el territorio de la UE en su conjunto.

Su alto poder adquisitivo y una mentalidad de respeto a la Naturaleza son dos de las razones de la gran aceptación de estos vehículos entre su población. El motivo principal, sin embargo, a esta explosión del coche eléctrico reside en sus beneficios fiscales. El gobierno, en una firme apuesta por el coche eléctrico ha decidido eliminar el IVA y el impuesto de circulación. Hasta hace poco tampoco se pagaba por recargar en las electrolineras ni en los peajes. Las exenciones fiscales para promover la compra de vehículos menos contaminantes comenzaron ya en 1995 cuando liberalizaron los peajes para los coches más sostenibles y establecieron impuestos y limitaron la entrada a algunas ciudades a los más contaminantes.

Carretera de Trondheim, Noruega

En paralelo, hay que señalar la instalación de puntos de carga públicos y privados que sigue esta misma evolución generando una gran cantidad de puestos de trabajo en las diferentes etapas de la cadena de valor. Diseño de nuevos sistemas carga, fabricación, instalación y mantenimiento de los mismos son áreas en continuo crecimiento. No hay que olvidar que aunque las ventas de enchufables ya representen un porcentaje importante de las ventas, la renovación del parque automovilístico va varios años por detrás. En consecuencia, será necesario reforzar la infraestructura de carga de manera continua varios años más incluso cuando los eléctricos copen la totalidad de las ventas.

Mientras fomentan la sostenibilidad y el uso de los eléctricos, los ingresos procedentes del petróleo se reinvierten para reducir la huella de carbono. Se han propuesto ser, ya en 2030 (Europa en 2050) un país con cero emisiones netas y que a partir de 2025 no se vendan vehículos impulsados por combustibles fósiles.

Desde eCar hacemos una llamada a una bajada general del IVA en Europa a los vehículos eléctricos. Los beneficios serían muchos a nivel económico, medioambiental (visita aquí nuestro artículo “La Naturaleza se abre camino en tiempos de coronavirus”) y social; y permitiría por fin dar el impulso que le falta al vehículo eléctrico.