La batería es uno de los componentes más importantes del coche eléctrico. A medida que la demanda de vehículos aumenta, la necesidad de reducir su huella de carbono y su reciclaje se hacen más importantes y, en paralelo, ello las inversiones con este fin.
La evolución ha sido ya importante en los últimos tiempos. El aumento de volumen de las baterías hasta alcanzar altos niveles de fabricación, está permitiendo una mayor eficiencia de producción y economías de escala. Esto se traduce en menos cantidad de energía para producir cada celda y menos emisiones de CO2. Un reciente estudio de la Comisión Europea ha concluido que el impacto medioambiental para producir una batería de coche eléctrico actualmente varía entre 61-106 kg de CO2 por KW/h, cifra entre 2 y 3 veces menor que hace 2 años.
Por otro lado, la electricidad que se utiliza para producir baterías procede cada día más de fuentes renovables. Hay que destacar la fábrica de Volkswagen de Zwickau dónde se fabricará el ID.3, la primera fábrica en utilizar únicamente energía de fuentes renovables. Las principales regiones manufactureras (Europa, China y Estados Unidos) incrementan constantemente el peso de este tipo de energía en su sistema energético, lo que favorece la reducción de emisiones al final del proceso de producción (lee aquí nuestro artículo relacionado “Hacia la descarbonización de la industria energética”).
Junto con la fabricación, otro punto fundamental en el ecosistema de la movilidad sostenible es la reutilización y reciclaje de las baterías. El objetivo debe ser la economía circular de dónde sus materiales se vuelvan a utilizar en nuevas baterías. Las actuales tienen ya en cuenta este punto desde sus inicios en la etapa de concepción y diseño de cara a facilitar su futuro reciclaje. Actualmente se reciclan un escaso 53% de las materias primas utilizadas, pero desde el sector se aspira a alcanzar el 97% en los próximos años. Ya hay diversos proyectos en marcha investigando y creando instalaciones y redes logísticas específicas para el reacondicionamiento y reciclaje de baterías. Marcas mundiales como Toyota, Volkswagen o BMW en el sector automotriz; CATL o Panasonic en la fabricación de baterías, e Umicore o Duesenfeld como independientes son sólo algunas de ellas. El negocio será enorme en unos años cuando coches con baterías, ya sean eléctricos o híbridos, vayan llegando al final de su vida útil y sean sustituidos por coches más seguros, cómodos, autónomos y ¿voladores?